El surgimiento del neuromarketing, nace como un campo de investigación que estudia las respuestas cognitivas y sensoriales de los consumidores a los estímulos de marketing, está revolucionando el sector de la publicidad y de los eventos.
Esta ciencia estudia por qué y cuándo los consumidores comprarán un producto o servicio. Un resultado de alto valor e interés para los departamentos creativos de múltiples empresas.
Daniel Kahneman fue profesor de psicología en la Universidad de Princeton, habla de dos sistemas en el cerebro: El sistema 1 es el cerebro reptiliano. El sistema 2 es lo que llamamos neocórtex. Kahneman demostró que el cerebro reptiliano gobierna en el cerebro, dado que es el que decide por instinto; vive solo en el presente y no tiene noción del tiempo.
Al cerebro reptiliano no le gustan las palabras, porque estas no son suficientemente tangibles. En su lugar, a este tipo de cerebro le gustan las imágenes, por lo que cuando se está comunicando algo a la gente, seremos mucho más eficaces si se les puede mostrar algo visual en lugar de hablar con ellos.
Por ejemplo, si queremos vender agua, será más efectivo mostrar a alguien que tiene mucha sed en medio del desierto, porque eso demuestra que entendemos su malestar o necesidad realmente bien.
La mayor dificultad suele darse cuando el neocórtex se recupera. Cuando estamos tratando de convencer a un grupo de vendedores de que tienen que usar un objeto en su presentación en vez de una explicación, su neocórtex se rebela porque no lo encuentra lógico. Pero las pruebas científicas demuestran que tenemos que llegar al cerebro reptiliano de nuestra audiencia y el uso de las palabras no lo hará.
Conclusión, se debe vender a partir de imágenes, objetos o momentos que el cliente pueda sentirse identificado y relacionado con el producto o servicio. De esta forma estamos conectando directamente con su cerebro reptiliano y provocaremos una estrategia concreta y concentrada en nuestro público meta.
Fuente: @macguffin.es ')}
