La regla del 80/20 o Ley de Pareto fue desarrollada por Vilfredo Pareto, un economista italiano del siglo XIX, que averiguó que el 80% de la riqueza de su ciudad pertenecía al 20% de la población. Este principio es excelente también para mejorar nuestra productividad. Si lo utilizamos a nuestro favor, nos puede ayudar tanto a nivel personal como a nivel de equipo.
En el artículo mostramos 3 áreas de negocio donde aplicar esta regla puede ayudarte a ahorrar tiempo, energía, y concentrarte en lo que verdaderamente importa.
En nuestras evaluaciones de desempeño, la ley de Pareto nos incentiva identificar a aquellos empleados más productivos y cuidarlos mejor. Además, nos motiva a invertir de forma adecuada en la formación del 80% restante para conseguir que éstos mejoren su desempeño.
Si el 20% de tus productos o servicios son responsables del 80% de las ventas, entonces es evidente que este 20% deberá tener prioridad ante los demás. Centra esfuerzos en ellos para aumentar los márgenes de beneficio de tu empresa.
Por otro lado, es probable que el 80% restante de tus productos y servicios necesiten un par de vueltas de tuerca. Comercializalos utilizando otra estrategia, o incorporando cambios al producto o servicio.
Siguiendo la Ley de Pareto, el 20% de tus clientes son responsables de la gran mayoría de tus ventas. Deberías centrar tus esfuerzos en recompensar y fidelizar a este grupo selecto para mantenerlos contentos.
Busca y cuida aquellas personas o empresas que creas que puedan llegar a formar parte de tu élite del 20%, sin olvidar totalmente al 80% restante.
Finalmente el principio de Pareto demuestra que trabajar duro no lo es todo, sino que además debemos trabajar inteligentemente. Por tanto, si la carga de labores te agobia, párate un momento y piensa qué actividades son más prescindibles. Por tanto, identificar tu 20% más productivo te ayudará a saber hacia dónde debes dirigir tus esfuerzos.
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